divendres, 24 de juny del 2011

Me miro...y descubro que no reconozco a mis alumnos como "legitimos otros"


Sin querer, establezo una relación asimétrica, de poder, entre personas de diferentes edades y niveles de formación y me descubro ejerciendo el poder cuándo impongo el silencio, los temas, las normas, la forma de sentarse y de trabajar individualmente.

Ejerzo el poder cuándo busco que todas y todos piensen exactamente igual que yo, la institución o sociedad a la que represento. Así promuevo la insiceridad, fingiendo pensamientos y sentimientos de otros.

Ejerzo el poder cuándo utilizo la evaluación, no para ayudar a tener éxito, sino para conseguir la obediéncia y la sumisión.

Ejerzo el poder cuando aplico métodos modernos, participativos, activos para seguir exigiendo obediencia y sumisión.

Miro mi falta de confianza en sus capacidades para aprender en grupos, jugando, hablando entre ellos, resolbiendo conflictos, preguntando, dándoles autonomia i el poder a ellos.

Miro, y soy yo la que debería estar aprendiendo con y de ellos, sintiendo con ellos sus alegrías y miedos, anotando sus relatos para representar, conmoviéndome con sus actos de bondad. Son ellos los que siguen sabiendo como disfrutar de la vida, no saben qué és el trabajo sin el juego.

A modo de conclusión:

ESTOY AQUÍ

Yo quiero escuchar tu voy
por todos aquellos que no escucharon la nuestra
porque no pudieron,
porque no supieron,
porque no quisieron.

Por todos ellos estoy aquí,
escuchándote,
dejando que tu risa despierte mi alma,
dejando que tus sueños,
abracen los mios
con un abrazo grande y persistente.

Por todos ellos estoy aquí
descubriendo la magia que brilla en tus ojos,
descubriendo la cálida caricia que sale de tus manos,
oyendo las señales de alerta que lanzan tus gritos,
sintiendo la ternura que tú necesitas.

Por eso estoy aquí,
para escuchate,
para sentirte,
para acariciarte,
para abrazarte
y para decirte que cuentes conmigo porque estoy aquí.

NUESTRAS VOCES Y EL COMETA DE LOS SUEÑOS POSIBLES Rosa María Caparrós

diumenge, 5 de juny del 2011

Qui va dir que créixer no era dolorós?

I més sofreix el qui espera allò que no pot tenir, així doncs percebera en allà on sí pots arribar.

El camí en companyia es fa millor, us ho asseguro jo.

No siguis més dura amb tu mateixa del que Déu és amb tu.

I menys mal que no hi ha covards sinó obstacles al valor.